sábado, 19 de febrero de 2011

No me gusta que me tomen por tonta...

...y menos que me lo llamen en la cara. Es normal ¿no? Esta es la sensación que tengo a diario.
Me siento insultada y engañada por los políticos y cargos públicos en general, que aquí no se salva nadie.
Solía pensar que el arma más importante era el voto. Pero ahora... ¿puedo confiar mi voto a alguien?
A veces me resigno y ultimamente me mosqueo más y más. Otras me prometo no volver a encender la radio ni ver un telediario en la vida pero la cruda realidad se presenta en forma de multas, impuestos y leyes absurdas que afectan mi día a día. ¿Grito o lloro? No lo sé pero lo que haga... ¡con fuerza!...¡que ya estoy harta!

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